Había una vez, en la ciudad de Tarija, una problemática que parecía no tener solución: la falta de un complejo de tratamiento de residuos sólidos. El relleno sanitario que había sido inaugurado hace casi 40 años había colapsado y ya no se contaba con un lugar adecuado donde procesar la basura, lo que estaba generando una serie de problemas ambientales y de salud pública.

Un día, en el año 2020, el proyecto Basura Cero de la Cooperación Sueca llegó a la ciudad con una propuesta innovadora: unir fuerzas y generar alianzas con el gobierno municipal de Tarija, la empresa prestadora del servicio de aseo EMAT, Aguatuya y la Fundación UNIR para trabajar en conjunto y lograr concretar un terreno para el tan anhelado complejo de tratamiento de residuos sólidos.

El trabajo no sería fácil, pero el fortalecimiento institucional y de capacidades de los técnicos del Gobierno Autónomo Municipal de Tarija, a la cabeza de la Secretaría de Medio Ambiente sería clave para alcanzar el objetivo. La tarea de encontrar un terreno adecuado era un gran desafío, ya que este tipo de proyectos generalmente tardan alrededor de 10 años en ser concretados.

Gracias al trabajo colaborativo y las alianzas interinstitucionales, el proyecto avanzó a pasos agigantados. Los técnicos de la Secretaría de Medio Ambiente trabajaron codo a codo con especialistas del proyecto Basura Cero en el proceso de identificar y evaluar diferentes opciones de terrenos en la ciudad. Gracias a este fortalecimiento de capacidades los técnicos municipales cuentan con conocimientos para el diseño de propuestas técnicas para complejos de tratamiento de residuos sólidos, proyectos de alta demanda en Bolivia.

Una vez identificados los terrenos que cumplen los requisitos ambientales para este tipo de obra, el concejo municipal y la alcaldía llevaron a adelante la promulgación de la ley municipal del complejo de tratamiento de residuos sólidos y realizaron acercamientos con las comunidades haciendo uso de las herramientas para la resolución de conflictos proporcionadas por la Fundación UNIR para lograr la aceptación de este proyecto.

Producto de este acercamiento en la comunidad de Pampa Galana, se logró la aceptación de los pobladores que cedieron 20 hectáreas de la zona para el emplazamiento del centro. Al respecto, el secretario general de la Comunidad de Pampa Galana, Placido Apolinar Vilte, junto a los comunarios de Pampa Galana afirmaron que con la construcción de este complejo están ayudando a la provincia Cercado.

Finalmente, después de dos años de arduo trabajo, se logró concretar un terreno para el complejo de tratamiento de residuos sólidos en Tarija. La ciudad podía respirar con alivio, sabiendo que pronto tendrían un lugar adecuado para procesar sus residuos y cuidar el medio ambiente con un complejo de tratamiento de residuos sólidos.

El trabajo colaborativo entre el proyecto Basura cero de la Cooperación Sueca, el municipio de Tarija, a través de su Secretaría de Medio Ambiente, EMAT, la Fundación UNIR y la comunidad de Pampa Galana había logrado un objetivo que parecía imposible en un tiempo récord. Esta colaboración interinstitucional demostró que con esfuerzo, compromiso y trabajo en equipo, cualquier desafío puede ser superado.

* El proyecto Basura Cero es financiado por la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional de la Embajada de Suecia en Bolivia y es ejecutado por la alianza de las organizaciones Swisscontact en la región de La Paz, Aguatuya en Tarija y Helvetas en el Chaco Cruceño.